Mucho se viene hablando en este último tiempo de los avances en IA, de ChatGPT y el impacto que puede tener su aplicación en CX.
Con sus promotores y detractores la IA vino para quedarse y es innegable que ha desencadenado un nuevo enfoque para la estrategia, diseño y desarrollo de la Experiencia de Clientes.
En el Programa CXTech de UCEMA, venimos hablando de este tema hace un par de años, compartimos cuáles son los beneficios de su uso y los diferentes casos de aplicación en el ámbito de la Experiencia del Cliente y del Empleado.
La intención de este artículo es compartirles un resumen de los pros y contras de la IA en CX para que le sirva de guía a quien lo lea, pueda sacarle el máximo provecho a esta tecnología y esté atento a los riesgos.
En un informe elaborado por el IBM Institute for Business Value en marzo del 2018 ya se hablaba que el 50% de las empresas encuestadas en el informe estaban realizando acciones concretas de implementación de IA en CX.
El mismo informe refiere que las áreas principales de aplicación son:
Pero más allá de todos los beneficios de su aplicación hay que tener en cuenta la brecha en cuanto a las capacidades que poseen las empresas para llevar adelante una implementación exitosa de este tipo de tecnologías y también tener presente cuáles son los riesgos o a lo que llamo el “lado oscuro” de la IA.
En el artículo de IBM, mencionan que los principales desafíos que enfrentan las empresas para integrar la IA a CX son:
Una de las “oscuridades” atribuibles a la IA es la ausencia de la “humanidad” o “toque humano” en las interacciones con el cliente. Mientras que la IA y la automatización pueden traer muchos beneficios para el negocio como los mencionados más arriba, también pueden crear una desconexión entre el negocio y el cliente generando experiencias impersonales y frustrantes.
Por ejemplo, si un cliente tiene que enfrentar una situación compleja o con una importante carga emocional, probablemente prefiera interactuar con un representante humano con el que pueda empatizar y recibir un soporte más personalizado. También podría ocurrir que, si un negocio hace un uso excesivo de los chatbots o asistentes virtuales, los clientes sientan que sus preocupaciones no están siendo escuchadas o tomadas en serio.
Otro aspecto “oscuro” a considerar son los sesgos o problemas de discriminación que podrían suceder. Los sistemas de IA son tan buenos como la información con la que hayan sido entrenados, si la misma es sesgada o discriminatoria, la IA replicará lo que aprendió y hasta podría amplificarlo. Esto podría provocar un trato injusto entre ciertos grupos de clientes que podrían dañar la reputación de la compañía quien debería afrontar importantes consecuencias legales.Adicionalmente, algunos clientes son muy cautelosos respecto a las cuestiones de seguridad y privacidad, si los sistemas de IA no son lo suficientemente seguros podrían ser vulnerables a ciberataques o hackeados, poniendo en riesgo la información personal y financiera de los clientes.
En resumen, mientras la IA tiene el importante potencial de mejorar la experiencia del cliente, es importante para el negocio ser cuidadoso y tener presente estos riesgos. Es fundamental asegurarse de usar la IA de manera ética y responsable.
Mientras tengamos siempre presente el propósito de mejorar la vida de las personas y utilicemos los beneficios de la IA para ello, atendiendo los riesgos y desafíos mencionados, el camino a transitar es muy prometedor.